Esta última semana, he tenido el privilegio de ser uno de los formadores del campus de verano Deloitte Summer Xperience, que ha congregado a más de 100 estudiantes universitarios de ADE e Ingeniería durante 5 días en las dependencias de la Universidad Camilo José Cela, en Villafranca del Castillo (Madrid).
En dichas jornadas los estudiantes han tenido la oportunidad de participar con profesionales de diferentes líneas de Deloitte para conocer de primera mano el trabajo que en cada una se realiza, así como recibir formación específica en cada materia y participar en la resolución de un caso práctico real. Todo ello unido a un programa completo destinado a fomentar la convivencia en un ambiente universitario y profesional donde no han faltado además actividades deportivas, conferencias motivacionales y mucho networking.
A mí me ha tocado evidentemente ser el representante de la línea de Ciberseguridad, y mostrar junto al resto del equipo a diferentes grupos de estudiantes de Ingeniería lo que podrían llegar a hacer si algún día entran a formar parte del CyberSOC de Deloitte. Además de introducirles en los diferentes conceptos que se manejan en este sector, les he podido adentrar en este apasionante mundo donde han podido iniciarse de manera práctica y real con la resolución de su primer reto de hacking.
A lo largo de estos últimos años, he tenido la suerte de poder impartir conferencias y formación a diferentes tipos de público, desde personal técnico hasta miembros de Comités de Dirección, CEOs, pasando por padres, niños, adolescentes, y por supuesto muchos estudiantes universitarios. Me encanta estar con todos y cada uno de ellos, así como poder intentar contribuir aunque sea un poquito y durante un pequeño rato a su desarrollo.
Lo que me fascina de poder trabajar con estudiantes de ingeniería como en su día yo lo fui, es poder establecerles la relación directa entre los diferentes conceptos que se manejan en el campo del hacking y la ciberseguridad, con los fundamentos que han aprendido durante su formación académica, tales como el ensamblador, la arquitectura de computadores, los compiladores o el famoso modelo OSI que estudian en redes, puesto que son muchos los estudiantes de diferentes generaciones a los que he oído decir alguna vez, que en la carrera se estudian asignaturas aburridas sin tienen aplicación práctica en el mundo real, y como siempre les digo, no hay nada más desacertado que dicha afirmación. Precisamente cuanto más profundamente te metes en este sector o en cualquiera relacionado con el mundo IT, te das cuenta de que todos esos fundamentos siguen siendo cruciales para enfrentarse a los problemas y entender realmente lo que pasa debajo de los cables.
La verdad que me lo he pasado en grande con ellos, ya que es reconfortante ver el ansia y las ganas que tienen de absorber conocimiento en cada instante, así como dar el salto al mundo profesional. Tanto es así, que no han parado de interesarse por conocer un poco más de cualquier cosa que les comentaba y no hemos parado de compartir anécdotas ni en los descansos. Quienes me conocen bien, saben que yo puedo estar horas sin parar de hablar 🙂
Ha sido todo un lujo poder participar en esta iniciativa, así como compartir estos días junto al resto del equipo de Deloitte con estos jóvenes talentos que pronto se incorporarán al mercado laboral. De verdad que es toda una satisfacción poder vivir este tipo de experiencias. No hay nada más reconfortante y enriquecedor, que contemplar el brillo en las caras de estos estudiantes ávidos de conocimiento, y poder contagiar en ellos la pasión que uno siente por lo que hace.
Como he manifestado en más de una ocasión, el terreno de la motivación me apasiona casi tanto como el del hacking y cuando tengo la oportunidad siempre intento darle un cariz inspirador a cualquier intervención que hago, siempre desde la humildad y huyendo de ser pretencioso, basando los pequeños consejos que pueda compartir en mi experiencia a la hora de enfrentarme a las diferentes situaciones que he vivido. Supongo que esto es algo innato y vocacional que nos ocurre a todos los que tenemos la suerte de poder dedicarnos a la docencia y a la comunicación.
Así que, uniéndome a Sarah Harmon o a Chema Martínez, que se encargaron de insuflar energía y motivación a estos futuros profesionales con sus excelentes ponencias, les animo yo también con este último mensaje, que va dedicado con cariño a todos ellos:
Continuad cada día de vuestra vida trabajando como estos últimos días, buscad vuestro camino y dedicaros a aquello que realmente os apasiona, sea lo que sea. No dejéis que nadie os diga lo que no podéis hacer, y perseguid siempre vuestros sueños, sin dejar de ser felices ni un día de vuestra vida. Habrá momentos malos, confusos, y días en los que no os apetezca hacer nada. No pasa nada, forman parte de la vida. Buscad la fuerza necesaria para superarlos en pequeñas cosas, como pueda ser una canción, o lo que quiera que os transmita energía y vitalidad.
Y recordad que para comerse el mundo, sólo hace falta una cosa: Tener mucha hambre. 😉
Un abrazo y muchísimas gracias por todo. Ya sabéis donde estoy
Deepak
